Durante la Sesión Plenaria Ordinaria número 11, con 63 votos, los diputados aprobaron $200 millones para financiar la puesta en marcha del modelo educativo «Mi Nueva Escuela». Este proyecto plantea una transformación radical del sistema educativo, desde la infraestructura hasta la metodologías y procesos de enseñanza-aprendizaje.
“No es un maquillaje a la infraestructura, sino un proyecto novedoso que permitirá a los estudiantes realizar su proceso de aprendizaje de manera adecuada, eficiente y eficaz. Las carencias en el sistema educativo han afectado la educación de los estudiantes”, afirmó el diputado de Nuevas Ideas, Raúl Castillo.
Los fondos provienen de un contrato de préstamo a suscribir con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con los cuales no solo se beneficiará a estudiantes y docentes, sino a toda la comunidad, al convertir las escuelas en espacios abiertos para la convivencia y la prevención de la violencia.
Esta histórica transformación del sistema educativo se construirá de la mano de la Política Nacional de Primera Infancia “Crecer Juntos”, que es una iniciativa del Despacho de la Primera Dama, Gabriela de Bukele, y que favorecerá al 80 % de los niños del país que están matriculados en escuelas públicas (1.5 millones de estudiantes).
“Por años, la educación no era vista como un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad. Estamos dejando atrás décadas de abandono”, manifestó el diputado de Nuevas Ideas, Jonathan Hernández.
Las escuelas contarán con amplias áreas para ubicar canchas para la práctica del deporte, clínica de atención médica, cocina, áreas verdes, salón de usos múltiples, auditorio, salón para talleres, aulas, entre otros.
Durante las horas clase, estos espacios serán utilizados por los alumnos y, al terminar la jornada, las puertas de las escuelas quedarán abiertas para toda la comunidad, para el esparcimiento y desarrollo de eventos.
Las aulas contarán con un diseño hexagonal que favorecerá la metodología de enseñanza al contar con varias superficies para la ubicación de recursos. Este modelo constructivo para los salones de clases contempla:
1. Habilidades artísticas.
2. Juegos de piso.
3. Representación (el ambiente y su diseño).
4. Motricidad fina.
5. Formación silenciosa (área de descanso).
6. Tecnología.
“Muchos crecimos en pasillos de tierra, sin servicios sanitarios adecuados, aulas que tienen el mismo diseño de las cárceles, en donde no hay la ventilación necesaria. Este proyecto nos acerca a un modelo educativo de primer mundo”, destacó la diputada de Nuevas Ideas, Marcela Pineda.
No se trata de escuelas tradicionales, pintadas de azul y blanco, sino de espacios de calidad, atractivos a la vista y al tacto, donde los niños tendrán su primera experiencia con el mundo del aprendizaje. Esta transformación apuesta por generar en la niñez un impacto positivo para incentivar el desarrollo de sus habilidades.
La puesta en marcha de este modelo innovador cubre cinco importantes dimensiones:
1. Educación (existe baja calidad en la educación de los adultos que se formaron 15 años atrás).
2. Condiciones de vida (hacinamiento en las escuelas y materiales inadecuados).
3. Trabajo y seguridad social (desempleo y trabajo infantil).
4. Salud, servicios básicos y seguridad alimentaria (falta de acceso a servicios básicos en las escuelas, inseguridad alimentaria).
5. Calidad del hábitat (inseguridad, incidencia del crimen, exposición a daños ambientales).
Este es el primer modelo educativo en la región que da cumplimiento a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se encuentran poner fin a la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, agua limpia y saneamiento, entre otros.
Mi Nueva Escuela será implementado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), y por la Comisión Presidencial de Proyectos Estratégicos.
